Anunciaron huelga de hambre y que no cesarán en su lucha ¡En Quintana Roo se nos castiga por ser madres!
Playa del Carmen.- La Lic. Ariadne Song Anguas, fundadora de la Red de Víctimas Quintanarroenses, aseguró que las mujeres ahí reunidas, las madres que están lucha por sus hijos nada tienen que celebrar, pues sus hijos están lejos, los tienen los agresores vicarios, con la protección de las autoridades.
Hizo responsables de lo que les pase a estas madres que están al borde del colapso, que están al límite por sus hijos, a la Fiscalía, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del delito, la Comisión de Derechos Humanos, y al Poder Judicial del Estado.
La red de Víctimas Quintanarroense, el Colectivo femenil Xtabay, QRoo; Mujeres México, Mujeres Mayas, Mujeres Soñadoras, Mujeres Fuertes, y la Red de Madres Vicarias Cancún, hacen un llamado a la Gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, para que estas mujeres puedan ejercer libres sus maternidades y las dejen de perseguir sus agresores.
Recordó que hace dos meses, en la Inauguración del Centro de Justicia para la mujer, la gobernadora se comprometió con su equipo multidisciplinario a entregar a dos niños y niñas a madres que están luchando por ellos y que sufren violencia vicaria, violencia que es la antesala del feminicidio.
Destacó que como una medida desesperada para solicitar a las autoridades del Poder Judicial que se vincule a proceso a un agresor con todo el expediente debidamente integrado en una carpeta de investigación por el delito de violencia vicaria, una de las madres, por decisión personal, ha iniciado una huelga de hambre por la violencia institucional pues ha denunciado en reiteradas ocasiones a su agresor y él sigue libre, ejerciendo manipulación y destruyéndole la infancia a su hijo.
Se trata de Grisel Balderas quien realizó un ayuno de 72 horas y hoy a las 7:20 de la noche estará a las puertas del Poder Judicial en huelga de hambre hasta que le regresen a su hijo, su historia es desgarradora y desde el 2020 está en pie de lucha por su hijo.
Una de las mujeres ahí presentes Grisel Balderas señaló que su agresor tiene denuncia por violencia familiar desde 2013, pero que esa carpeta de investigación la perdió la Fiscalía General del Estado y no la integró como antecedente a pesar de que entregó el número de averiguación previa.
Sostuvo que “la Fiscal Rocío del Carmen Paxtián Cosme fue omisa en la investigación; posteriormente la psicóloga Patricia Padilla corrompió los dictámenes de mi hijo y mío, para que entregaran a mi hijo a su agresor. Posteriormente la Fiscalía pierde la carpeta donde mi hijo, estando en resguardo lejos de papá y mamá, declara “mi papá me pidió que dijera que mi mamá me pegó, pero esto no es cierto”. Pierden las carpetas y ahora me quieren enjuiciar, me quieren encarcelar con un expediente corrupto.
Añadió que su agresor está denunciado por el delito de incumplimiento de obligaciones, vinculado a proceso; el delito de Violencia Vicaria; el de sustracción y retención de menores que se consumó ante la prensa, en una transmisión en vivo de Voz de Mujer Peninsular.
Desde el 2020 me debieron regresar a mi hijo Matías, pero aún nada.
La madre aseguró que no volverá a comer hasta rescatar a su hijo. El agresor no puede seguir con mi hijo que hoy tras ser manipulado por años, no me quiere, acotó.
Otra de las madres presentes, Elizabet Tránsito Leonides señaló que es víctima de Violencia Vicaria, violencia familiar, sustracción y retención de menores. Dijo que no es vida estar nerviosa por no saber si su hijo está bien.
Las autoridades son omisas y no cumplen con su tarea.
Cada una de las mujeres narran el infierno de pasar días, semanas y meses sin sus hijos e imploran justicia a las autoridades para que ya no protejan a sus agresores y ellas puedan recuperar a sus hijos e hijas. También recordaron a Brenda Alvarado, la primera mujer muerta por la Violencia Vicaria, que de tanto pensar cómo recuperar a sus hijas, dejo de comer y perdió la vida.
La psicóloga Osiris Ángeles señaló que las madres de familia están al borde del colapso emocional y psicológico, ya que el estado las revictimiza una y otra vez. Indicó que muchas de ellas ya padecen estrés postraumático al ser separadas de sus hijos e incluso comienzan a experimentar ideación suicida, lo cual es muy lamentable.
Por ello urgió a las autoridades a escuchar a las mujeres y dejar de proteger a los agresores.