A medida que el coronavirus sigue evolucionando no debemos “perder de vista” sus cambios, afirmó la agencia sanitaria de la ONU, advirtiendo de que un descenso del número de casos y muertes no significa necesariamente un “menor riesgo”.
La semana pasada se registró el menor número de muertes por COVID-19 desde los primeros días de la pandemia, destacó este miércoles la Organización Mundial de la Salud que, a su vez, advirtió que en algunos países se siguen registrando “picos graves” de casos, una situación que presiona a los hospitales.
Esta circunstancia comporta una disminución de considerable del número de pruebas para detectar la enfermedad y compromete la “capacidad para controlar sus tendencias”, declaró a los periodistas en Ginebra el director de la agencia de la ONU.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, responsable de la agencia de la ONU, reiteró la necesidad de aumentar el número de pruebas y de muestras secuenciadas para que los científicos puedan seguir la pista de las variantes existentes e identificar las nuevas a medida que surgen.
“En la actualidad hay una serie de linajes de Ómicron que estamos siguiendo de cerca, entre ellos el BA.2, el BA.4 y el BA.5 y otro recombinado que se ha detectado, compuesto por el BA.1 y el BA.2”, dijo.
Las variantes BA.4 y BA.5 se han notificado en varios países, entre ellos Sudáfrica y algunas naciones europeas, informó la epidemióloga principal de la Organización, la doctora Maria Van Kerkhove.
“Hasta ahora hay menos de 200 secuencias disponibles y esperamos que esto cambie (…) Estamos siguiendo (el virus) muy de cerca para ver si hay algún repunte en la detección de casos, pero (de momento) no hemos visto ningún cambio en la epidemiología o en la gravedad”, destacó.
OMS//Nana Kofi Acquah. La Organización Mundial de la Salud ayuda a los países a reforzar su capacidad de hacer pruebas de COVID-19.
No hay que perder de vista al coronavirus
Por su parte, el director de emergencias de la agencia, Michael Ryan, advirtió que mientras el virus siga evolucionando, el mundo “no se puede permitir perderlo de vista”.
“En este momento sería muy imprudente asumir que un menor número de casos supone una reducción de los riesgos en términos absolutos. Nos alegramos por la disminución de las muertes, pero este virus ya nos ha sorprendido antes, nos ha cogido desprevenidos“.
“Tenemos que cumplir con nuestro trabajo y hacer el mejor seguimiento posible de este virus, al tiempo que la gente vuelve a hacer su vida con la mayor normalidad que le sea posible”, explicó Ryan.
Por su parte, la doctora Soumiya Swaminathan, la directora científica de la Organización, advirtió que seguirán apareciendo linajes y recombinaciones, y que el mundo debe seguir invirtiendo en la mejora de herramientas como las nuevas vacunas.
“Tenemos que prepararnos para la posibilidad de que el virus cambie tanto que sea capaz de evitar la actual capacidad de inmunidad”, afirmó.
OPS/Nadege Mazars. Un equipo de vacunación va de puerta en puerta en un barrio obrero de Puerto Inirida, Colombia, para ofrecer vacunas COVID-19.
El coronavirus todavía es una emergencia de salud pública mundial
Tedros también destacó que el virus se ha vuelto más transmisible con el paso del tiempo, especialmente para las personas desprotegidas y no vacunadas que carecen de acceso a la atención sanitaria y a los medicamentos antivirales.
“El mejor modo de protección es vacunarse y recibir las dosis de refuerzo cuando se recomiende. Sigan usando mascarillas, sobre todo en espacios interiores concurridos. Y para los espacios cerrados mantenga la corriente de aire mediante la apertura de ventanas y puertas, e invierta en un buen sistema de ventilación”, pidió.
Del mismo modo recordó que el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional -encargado de evaluar el estado global de la situación de la COVID-19- acordó esta semana por unanimidad seguir considerando a la pandemia una emergencia de salud pública de alcance mundial.
“En lugar de bajar la guardia, este es el momento de trabajar aún más para salvar vidas”, señaló Tedros sobre la decisión del Comité.
El máximo responsable de la OMS interpretó que la decisión significa garantizar que las herramientas contra la COVID-19 se distribuyan equitativamente y, al mismo tiempo, fortalezcan los sistemas de salud.
“Reducir la disparidad en la distribución de las vacunas es la mejor manera de aumentar la capacidad inmunitaria de la población y de protegerla contra futuras oleadas”, subrayó y resaltó la necesidad de establecer un nuevo tratado sobre pandemias.
“Un nuevo acuerdo sobre pandemias es nuestra mejor defensa colectiva contra los virus conocidos y, por supuesto, contra la próxima enfermedad X”, finalizó.
INFORMACIÓN TOMADA DEL PORTAL DE NOTICIAS DE LA ONU