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hace 8 mesesel
En un mensaje en video que sirvió para lanzar su informe sobre las políticas a seguir para proteger a migrantes, refugiados y desplazados durante la pandemia del coronavirus, el Secretario General de la ONU indicó que las personas en movimiento se enfrentan actualmente a tres crisis que se combinan en una: la sanitaria, la socioeconómica y la de protección.
Las condiciones de hacinamiento a las que se enfrentan a menudo impiden el distanciamiento social, una necesidad sanitaria que se convierte en “un lujo imposible”, y padecen dificultades para acceder a los servicios básicos de atención sanitaria, agua, saneamiento y nutrición.
Guterres señaló que las consecuencias de la crisis serán todavía “más devastadoras” para el amplio número de personas en movimiento que viven en los países menos adelantados, ya que “un tercio de la población mundial desplazada internamente vive en los diez países con mayor riesgo del COVID-19“.
Los migrantes y refugiados en general, y en especial los que trabajan en la economía informal sin ningún tipo de protección social, se ven abocados a una crisis socioeconómica.
La consiguiente pérdida de ingresos por la COVID-19 puede tener un efecto colateral: la caída de las remesas por un valor de 109.000 millones de dólares, una cantidad equivalente a casi tres cuartas partes de toda la asistencia oficial para el desarrollo que actualmente no llega a los 800 millones de personas que dependen de ella.
La propagación del virus ha provocado que 150 países adopten medidas drásticas restricciones fronterizas y que, al menos, 99 Estados no atiendan las solicitudes de los casos de las personas que solicitan asilo por motivos de persecución.
En paralelo, ha avivado la xenofobia, el racismo, la estigmatización y ha empeorado la situación de las mujeres y las niñas, un grupo poblacional que corre un mayor riesgo de sufrir actos de violencia, abuso y explotación por motivos de género.
Pese a enfrentarse a todos estos desafíos, el Secretario General destacó que las personas refugiadas y los migrantes realizan “un aporte heroico en la primera línea de las labores esenciales”.
Como claro ejemplo de ello explicó que en todo el mundo una de cada ocho personas que se dedican a la enfermería trabaja en un país distinto al de su nacimiento.
UNICEFRefugiados y migrantes congregados en el cruce fronterizo de Pazarkule, cerca de Edirne (Turquía), esperando viajar a Grecia.
Al mismo tiempo, Guterres señaló que la crisis causada por la covid-19 representa una oportunidad para replantear la movilidad humana por lo que enumeró una serie de propuestas a partir de cuatro principios.
Finalmente, el Secretario General aplaudió a los países que, pese a tener graves problemas sanitarios y socioeconómicos, abrieron “sus fronteras y sus corazones” a los migrantes y refugiados, y que mencionó como ejemplos en los tres distintos aspectos de la crisis:
Salud
Economía
Protección
ESTE ARTÍCULO FUE TOMADO DE ONU / NOTICIAS: https://news.un.org/es/story/2020/06/1475382?utm_source=Noticias+ONU+-+Bolet%C3%ADn&utm_campaign=a4e5927134-EMAIL_CAMPAIGN_2020_06_04_12_00&utm_medium=email&utm_term=0_e7f6cb3d3c-a4e5927134-106812173
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