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Quintana Roo

El Estado Mexicano reconoció lo que se ha negado por mucho: los agravios cometidos contra el pueblo maya

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A pesar de tanto olvido, explotación aquí está el pueblo maya en pie de lucha, dijo la representante del pueblo maya, Ana Karen Dzib Poot

Tihosuco.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió perdón al pueblo maya por los agravios sufridos por el gobierno durante la Guerra de Castas, además de lamentar los siglos de opresión desde la conquista, colonia y república.

Este evento, parte de una conmemoración de hechos históricos, fue realizado en el Museo de la Guerra de Castas, en Tihosuco, hoy, día de la Santa Cruz, en una ceremonia a puerta cerrada, con escasa asistencia, debido al COVID-19.

Atestiguaron esta petición de disculpas el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei Falla; así como los gobernadores de Quintana Roo, Carlos Joaquín; de campeche, Carlos Aíza González; de Chiapas, Rutilio Escandón Cárdenas; de Tabasco, Adán Augusto López; y de Yucatán, Mauricio Vila Dosal.Igualmente, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; la representante del pueblo maya, Ana Karen Dzib Poot, y otras autoridades de los tres niveles de gobierno.

También estaban presentes los generales mayas José Isabel Sulub Simá, Cornelio Puc y Donaciano Poot Chan, entre otros.Previo al evento, al sonido del mayapax, el Presidente atestigua una ceremonia religiosa encabezada por Higinio Pat, descendiente de uno de los líderes del levantamiento maya, Jacinto Pat.

El presidente López Obrador ofreció sus más sinceras disculpas por los “terribles abusos cometidos por particulares y autoridades, nacionales y extranjeros, en la conquista, durante los tres siglos de la colonia y dos siglos del México independiente”.

El mandatario recordó los abusos cometidos a nivel nacional contra los pueblos originarios por el porfiriato, que en aras del “progreso” permitía el despojo de tierras a los pueblos indígenas, cuyos integrantes eran considerados peones para ser entregados a estos proyectos de inversionistas, al igual que la tierra y otros recursos naturales.

Al estallar la resistencia maya, recordó, periódicos de aquel entonces pedían la aniquilación del pueblo indígena rebelde, justificando una campaña que resultó ser una “segunda conquista, no menos brutal que la primera”.

El presidente también recordó cómo el territorio que hoy es Quintana Roo fue usado en el porfiriato como una “Siberia tropical” a la que se exiliaron a opositores políticos o líderes obreros, muchos de los cuales no sobrevivían.

El presidente de Guatemala lamentó todas las vidas perdidas por esta opresión, además de recordar que ambos países han podido dejar atrás temas como la esclavitud y los enfrentamientos internos. Sin embargo, hoy se enfrentan otros flagelos como el crimen organizado, la migración y la desnutrición, que deben ser enfrentados de forma unida. También invitó a que el siguiente evento similar sea en Guatemala.

Ólga Sánchez Cordero, titular de la Segob, señaló que los pueblos indígenas son comunidades vivas y no un pasado remoto como a veces se les quiere retratar. Lamentó que después de décadas de opresión, estalló la Guerra de Castas por quienes cuestionaban las condiciones en las que vivían, pero el Estado Mexicano se ensañó en su contra y al concluir el conflicto, “no mejoraron sus condiciones, sino que siguieron en la sombra de la exclusión, incluso sin autodeterminación”.

“Hoy reconocemos algo que se ha negado por mucho, los agravios cometidos contra el pueblo maya”, declaró.

La representante del pueblo maya recalcó la importancia de hacer este evento hoy, Día de la Santa Cruz, que es símbolo de creación para el pueblo maya, además de lucha y resistencia.

“A pesar de tanto olvido, explotación aquí está el pueblo maya en pie de lucha”, comentó Dzib Poot.

Por su parte, el gobernador quintanarroense, Carlos Joaquín, señaló que estas ocasiones sirven para fijarse como meta abandonar cualquier tipo de marginación, pobreza y exclusión. También afirmó que la identidad de los pueblos originarios deriva de su visión de la creación del hombre, y esta perspectiva, vista en los centros ceremoniales, sirven de inspiración para ser mejores gobernantes.