En un conversatorio de mujeres se dejó en claro por qué debe tipificarse cómo delito
POR MARTHA TORRERO ORTEGA
Playa del Carmen.- La tarde de este lunes se llevo a cabo el conversatorio mamás víctimas de la violencia vicaria en Playa del Carmen.
La presidenta municipal Lili Campos Miranda destacó el esfuerzo de su administración por mejorar las condiciones de vida de las mujeres y sus hijos y lograr que vivan en un entorno de cero violencia.
Hizo un reconocimiento a la periodista Alejandra Escobar, quien fungió como moderadora, por más de 23 años defendiendo los derechos de las mujeres.
En el conversatorio mujeres que han sido víctimas de violencia familiar y vicaria expusieron el viacrucis que tienen que enfrentar por la falta de atención de las autoridades.
Campos Miranda destacó la valentía que tienen al no solo exponer y compartir sus casos.
“La violencia vicaria, como al de género, no se puede tapar por que existe, muchas veces ocurre y no nos damos cuenta, en muchas ocasiones la normalizamos, se dan casos en los que los hombres la cometen y la normalizan” dijo.
Comentó que una vez que concluyan las elecciones reforzarán los programas del Ayuntamiento de Solidaridad como el violentómetro y la difusión de los derechos de los niños.
“Tenemos que detectar los tipos de violencia que hay, la de género, tanto en detectar en mujeres y los hombres que la cometen”, añadió.
Dijo que desafortunadamente el machismo ha prevalecido por generaciones.
“Seguimos luchando, hay grandes avances de paridad, hoy las mujeres podemos tener posiciones como presidenta municipal, regidora, directoras policías. Hemos avanzado por la lucha se esta cambiando la cultura de machismo pero falta mucho”, añadió.
Sostuvo que hay instituciones que si creen en las mujeres y en los derechos humanos.
La dirigente del Colectivo Xtabay, Ariadne Song demandó que la violencia vicaria sea considerada un delito.
“Los hijos deben estar al lado de sus madres en un hogar seguro”, sostuvo.
Indico que el 95 por ciento de las víctimas de violencia vicaria son mujeres.
También exhibió la colusión y favoritismo de los jueces a los agresores.
No puede ser que el agresor tenga una denuncia ante la Fiscalía por violencia y su caso avance, los jueces no apliquen protocolo con perspectiva de género.