Después de una larga ausencia, motivada por la pandemia y por un deseo de capacitación para estar a tono con la época, empoderada en el tiempo de las mujeres, la China Hilaria está de retorno en Voz de Mujer.
A nuestros lectores les anticipamos que la China regresó más irreverente que nunca y les pedimos las más sinceras disculpas si en alguna ocasión alguien se siente ofendido.
Le ha pedido a la Directora General que considere que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Le damos el saludo de reingreso. Iniciamos.
¡Uf! En medio de esta ola de calor no da ganas de bajar del camión. Pero ni modo, hay que desalojar para que entren otros. El primer punto es la visita obligada a la Directora, pues es la que paga.
El tema obligatorio en esta colaboración es el 24 aniversario de Voz de Mujer. Huay!, vamos a dejar para después temas interesantes… Hay chorrocientos asuntos que vamos a despelucar aquí; haremos un “xec” de las noticias, sabrosón, para que tú, estimado lector, te diviertas y te informes.
Vale recordar aquí que Voz de Mujer nació con mucho entusiasmo, con ganas de permanecer en el gusto de un sector que, hace 24 años, se encontraba precisamente sin voz y en un ambiente en el que predominaba los hombres.
Pasó apuros, como todo recién nacido, sin ropa, sin nada, totalmente encuerada, pero con una madre y padrinos que la vieron con amor. Fue rodando de aquí para allá, fue de todo y sin medida, como la canción de José José.
El inicio no fue fácil. Pero había mucho entusiasmo. En esta columna lo negativo se quedará en el tintero. Estamos de fiesta y vamos a presumir logros.
Por las portadas de la revista impresa han desfilado una y otra personalidades, pero no para lucimiento personal, por el contrario, para darle voz a las mujeres, para sacarlas de la invisibilidad, para hacerlas brillar.
A lo largo de 24 años Voz de Mujer se ha consolidado. Decíamos que nació en una época en que el feminismo aún estaba en pañales. Hoy se ha empoderado acompañando a grupos sociales, asociaciones civiles, en la lucha por los derechos femeninos.
Sus páginas han permitido resolver muchos problemas, que mujeres retomen el curso de sus vidas.
Voz de Mujer ha atravesado, y afrontado, los cambios tecnológicos de las últimas dos décadas. De la impresora a matriz, de la computadora a blanco y negro, de la fotografía a base de negativos… no, no, no, qué les cuento… hasta la actual era digital, nuestro medio se ha actualizado.
Bueno, con contarles que ya ¡hasta Inteligencia Artificial ya hemos incorporado!
Estamos celebramos el aniversario número 24 de nuestra querida Revista, la cual ha sido un bastión de información, entretenimiento y cultura para nuestros fieles lectores. Durante todos estos años hemos sido testigos y protagonistas de una época de profundos cambios en la sociedad y el mundo en general, y cada vez hemos tratado de reflejarlo en nuestras páginas.
Nuestra revista ha sido una voz que ha buscado reflejar las distintas realidades y perspectivas de las mujeres y de la sociedad, creando un espacio para la reflexión, el debate y la diversión. En nuestras páginas ha habido noticias de actualidad, entrevistas, reportajes sociales, ecológicos, culturales, deportivos, gastronómicos y de variedades. Hemos seguido de cerca la evolución de la tecnología y la ciencia, hemos hablado de arte, cine, música, literatura y teatro.
En la actualidad, Voz de Mujer se encuentra más viva y fresca que nunca.
Hemos adaptado nuestros contenidos y formatos a las nuevas tendencias y exigencias de la era digital, y hoy en día nuestra presencia en internet es también muy fuerte. Seguimos evolucionando constantemente y desafiando al futuro con la idea de seguir con la misma fuerza y pasión que hemos tenido hasta ahora.
Agradecemos a nuestros fieles lectores y colaboradores por acompañarnos durante estos 24 años, y por ser parte indispensable de nuestra historia. Sin ustedes, nuestra revista y ahora medio informativo digital no existiría. Esperamos seguir contando con su apoyo en el futuro, mientras cumplimos muchos años más de vida.
La China Hilaria se compromete a dar su mejor esfuerzo, y los mejores chismes… je, je, je. ¡Salud!