Suerte
Nara Vidal
Al oeste de Irlanda hay una isla movediza, de difícil acceso, que aparece de siete en siete años y que esconde la más grande de las esmeraldas. Según la leyenda, quien logre arribar exhibirá su hazaña en la mirada de sus hijos, que entonces tendrán un ojo plomizo como el mar del Norte y otro del color de la esmeralda. Nara Vidal reconstruye una migración individual, femenina y colectiva, que nos revela de qué forma todo exilio es el arribo a un puerto interior. A medida que Margareth emigra redondeando el mundo, desandamos la senda de su vientre igualmente redondeado, el camino torcido de su fe y la ruta cíclica de la crueldad humana. Suerte es una rueda que nos aplasta y nos conduce por un hiato —por el trecho fecundo que hay entre la gesta, la gestación y la tragedia—.